20 años sin José María Párraga

EL EXTRAÑO PINTOR

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

..................................................................................................................................

Dibujo

Rotulador sobre papel. 67 x 51 cm. Firmado: Manicomio del Palmar. 15 - I - 1969.

Colección particular

En 1982 se organizó en la Galería Zero de Murcia una exposición retrospectiva de algunos de los "atormentados" dibujos de los años '60. En la entrevista que publica La Verdad, Párraga dice: "Algunos de estos dibujos son morbosos, pero, en definitiva, suponían para mí una liberación..." (5-I-1982)

De esos años se conservan centenares de dibujos, impulsivos, realizados apresuradamente, sin reflexión aparente. Sobre cualquier soporte, con papeles de todo tipo -a veces mal cortados- a lápiz, bolígrafo, rotuladores... y con una influencia muy marcada (él mismo lo reconoce) de Picasso, de Planes (grandes espacios sin dibujar que recuerdan las superficies pulidas, sin pliegues, del escultor de Espinardo)... Surrealismo, expresionismo. Son muchos los ingredientes que se ven en unas líneas tan escuetas "...apresado por la propia obra angustiosa y desesperanzadora que realizaba en épocas pasadas" (Diario La Verdad. 1- II -1990)

"- Se dice que de vez en cuando vas al manicomio.

- Allí por lo menos hay paz y coherencia; nadie sospecha nada de nadie, salvo que todos esperamos algo." (Diario Línea. 4-X-1970)

Párraga siempre trató con naturalidad sus estancias en el Psiquiátrico, donde, cómo no, también dejó bastantes obras. (Ver) "Se recluía voluntariamente cuando se veía en peligro de protagonizar en la vida lo que pintaba en los cuadros" (1)

Con frecuencia encontramos dibujos de rotulador desvaído. A veces, en el mismo soporte, vemos distintos grados de conservación de las tintas dependiendo de la calidad o del desgaste de los diferentes rotuladores empleados. La voracidad con la que usaba sus rotuladores le llevaba a recargarlos frecuentemente con alcohol o incluso con agua.

La evidente modestia de José María y el relativo valor que le daba a su obra, le llevaba a asumir que hacía obras efímeras. Por eso nunca le importó usar materiales de escasa calidad: "- Me llamó un cliente y me dijo que se le había borrado un dibujo de rotulador. ¡Qué quería, que por mil pesetas le durara toda la vida!" (2)

 

(1) Antonio Martínez Cerezo. "Con Párraga". 1997.

(2) Martín Páez. "Con Párraga". 1997.