20 años sin José María Párraga

EL EXTRAÑO PINTOR

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Cerámicas

Jarrón

Cerámica cocida, parcialmente vidriada. 45,5 x 13,5 cms. Firmado y fechado en la base. Año 1985

Colección particular

Botijo

Rotulador y acrílico. 24 x 22 cm.

Colección particular

La incuestionable sombra que proyecta Picasso sobre buena parte de la producción artística contemporánea, a la que sin duda no es ajeno Párraga, quizá se hace más patente en esta cerámica que nos traslada a los años '50, con el genial malagueño instalado entre alfareros en Vallauris.

En varias publicaciones se recoge una frase que José María grabó en la pared de uno de sus estudios, que resulta muy significativa: "Sigo a Picasso, Klee, Mondrián... // y me pierdo al final. // Intento seguirme a mí mismo, // y estoy perdido... al principio".

Hay que tener presente que, en la sólida formación de Párraga ocupa un lugar muy destacado la cerámica: "...a los 17 años fui a la Escuela de Artes y Oficios. Empecé con Luis Garay, Ballester y Nuria Sureda, la profesora de cerámica..." (La verdad, 8-VI-1980) Incluso llegó a sustituir a su profesora en la nueva sede de la Escuela: "Agregado de curso de cerámica en la nueva Escuela de Artes y Oficios de Murcia, 3 o 4 años... cobrando 500 pts. al mes..." (1)

Sobre el barro aún fresco, Párraga resuelve el dibujo a base de incisiones, con la seguridad y solvencia en el trazo que siempre le caracterizó. El concepto plano de su obra se adapta aquí al volumen del jarrón sin perder en absoluto su esencia bidimensional.

La colaboración con ceramistas de Totana y Lorca (Polo, Lario...) fue frecuente, y fruto de ella hemos encontrado bastantes y variadas obras muy interesantes: platos, botijos, jarrones, que vienen a confirmar otra vez la creatividad y la gran versatilidad de Párraga.

También solía aplicar sus rotuladores sobre el barro cocido en vasijas ya elaboradas de manera más industrial, limitándose a adaptar su dibujo a las formas tradicionales.

 

(1) Pedro Alberto Cruz. Párraga, Exposición antológica. 1998. Pág. 101