José María Párraga

LOS MURALES

 

JOSÉ MARÍA PÁRRAGA LUNA
(Alumbres 1937 - Murcia 1997)


“…nací en Alumbres, dentro de un refugio, durante la Guerra Civil”.

Con apenas 10 años, y tras una breve estancia en Alquerías, se traslada con su familia a Murcia.

En 1990 Párraga se declaraba: “…murciano de la capital, donde vivo y he vivido […] lo que más me gusta es pasear por Murcia y poder ver todos los días la Catedral”.

Formado en la Escuela de Artes y Oficios, recibió clases de Luis Garay, Mariano Ballester, Nuria Sureda... También fue asiduo de algunos talleres artísticos que había por entonces en la ciudad, donde compartió experiencias con una excepcional generación de artistas.

De sus manos brotaban a borbotones miles de dibujos. Dibujos realizados con una increíble rapidez y seguridad, a veces de un solo trazo, a lápiz, a bolígrafo, o delineados hábilmente con sus inseparables rotuladores.

Acrílicos, grabados, pirograbados… Párraga nos dejó una obra reconocible, personalísima. Su atrevido estilo nunca dejaba indiferente a nadie. Cayetano Molina decía en 1965:

“…resultan sorprendentemente gratas las habituales deformaciones monstruosas…”.

Una obra en apariencia simple y despreocupada pero que escondía una sólida formación técnica.

La importantísima labor de Párraga como muralista, citada con frecuencia de manera superficial en las fuentes consultadas, en nuestra opinión era un aspecto que merecía un estudio más exhaustivo.

Los primeros años de su trayectoria coincidieron con el desarrollo económico de los años 60. En los nuevos edificios que se construyeron se incorporaban a veces murales de artistas locales (Muñoz Barberán, Carpe, Mariano Ballester, Avellaneda, etc. y, por supuesto, Párraga).

Durante más de 40 años, las paredes de colegios, zaguanes, centenares de viviendas… se verán inundadas con sus impactantes obras, convertidas en imágenes cotidianas para muchos habitantes de toda la Región y localidades cercanas.

Párraga experimentó con diversos procedimientos, materiales y técnicas, pero dejando siempre en sus murales y en el resto de su extensísima obra su impronta, su inconfundible estilo que los hace reconocibles a primera vista.

......................................................................................