20 años sin José María Párraga

EL EXTRAÑO PINTOR

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

..................................................................................................................................

El beso

Pirograbado sobre tabla. 100 x 100 cms. Firmado y fechado en la trasera de la tabla. 1965

Colección particular

 

"¿Qué hay en esas maderas que, ahora, son párragas? Primero han sido líneas, luego fuego, ahora, cuerpos, manos, palomas, peces, frutos, gallos, hojas, espigas, ojos, para ser de nuevo madera, raíz, tronco, tierra, sombra." (La Verdad, 22-II-90)

Sin duda, el pirograbado fue una de las señas de identidad de José María Párraga. En todos los tamaños, en decenas de zaguanes y en centenares, miles quizá, de viviendas, encontramos pirograbados de Párraga. "...es una técnica bastante reducida [...] es duro. Pero para mí ahí está el juego, me gusta coger esa dureza y transformarla en realidad." (1)

"...1963 comienza sus escarceos con el pirograbado, en parte como escapada a la tiranía del color [...] intuye que la madera quemada puede sustituir al mural pintado si se elimina de él el concepto de "cuadro"" (2)

Casi siempre hemos encontrado como soporte tableros de aglomerado "rechapado" con láminas de madera natural, relativamente baratos y fáciles de conseguir en tamaños normalizados, que se pueden unir fácilmente para ampliar la superficie útil.

La línea quemada, al presionar el pirógrafo, genera un surco, a veces bastante profundo; y los inevitables espacios geométricos inventados por Párraga se llenan con distintos grados de quemado o con incisiones más o menos próximas.

Para resaltar la figura, el fondo se oscurece con frecuencia con anilinas o tintas chinas muy diluidas para no ocultar las vetas de la madera. En alguna ocasión hemos encontrado también pequeñas zonas coloreadas con óleo o acrílico. (Ver)

Este pirograbado es de los más antiguos que hemos localizado hasta la fecha. Quizá eso explique un cierto titubeo en las líneas, que en poco tiempo adquieren una soltura más que notable, lo que llevó a afirmar en la prensa de la época que Párraga estaba considerado, en algún supuesto "ranking" de la Unesco, como de los mejores pirograbadores del mundo.

"Eficaz colaboradora es su novia, Chiqui, encargada de quemar la madera por los sitios que previamente ha trazado a lápiz José María." (La Verdad, 13-VI-1964)

......................................................................................