Además, en
el comentario que hacemos
en el catálogo, también queda bien definida
la técnica empleada por Párraga.
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Escrito
enviado al Diario La Opinión:
VIDRIERA
DE PÁRRAGA
En
el artículo publicado en su diario: “Párraga
aún, Párraga siempre” de fecha 9 de febrero,
D. Juan Bautista Sanz, al referirse a la espectacular vidriera
que da la bienvenida a la exposición que se acaba de
inaugurar en el MUBAM, escribe: “En la muestra se
entiende por vidriera lo que no es exactamente eso; se trata
de un cristal pintado con un tema taurino aprovechando la virtud
del maestro de no poner reparos jamás al soporte en el
cual habría que volcarse. Una vidriera es otra cosa”
Perplejo
recordé que a lo largo de mis 35 años como profesor
de Historia del Arte en Bachillerato, he explicado a mis alumnos
la técnica de la vidriera, distinguiendo entre la vidriera
emplomada, desarrollada en la Edad Media, y el concepto amplio
de vidriera, que engloba cualquier tipo, color técnica
y tamaño de vidrio montado en cualquier bastidor. Incluso
recuerdo que hace tiempo visité con mis alumnos un taller
especializado.
Los
vitrales medievales necesariamente se componían con pequeñas
piezas. El hecho de que la revolución industrial permitiera
la obtención de vidrios de gran tamaño, no cambiaba
el concepto.
También
es sabido que desde la Edad Media se añadían esmaltes
a los vidrios de colores para trazar las líneas, sombras
y otros efectos. No eran mosaicos de pequeñas teselas
de colores uniformes, como pudiera parecer. La mayor parte de
las líneas negras que se aprecian no son varillas de
plomo, sino líneas pintadas sobre el cristal, como hace
Párraga.
En
el vídeo que ha elaborado la Fundación Integra
lo explicamos con más detenimiento.
En
cualquier caso, comenté su afirmación con mi compañero
Fernando, e hicimos, para despejar cualquier duda, lo que haría
cualquiera: ir al diccionario de la RAE, actualización
de 2017, y encontramos:
3.
f. Bastidor con vidrios con que se cierran puertas y ventanas.
Y
aquí se acabó el debate. Una vidriera es esa cosa.
Además,
para terminar de precisar, se da la circunstancia de que durante
nuestro trabajo hemos encontrado alguna publicación que
nos indica que Párraga no se encontraba muy a gusto con
las lacas de bombillas, y su amigo Pepe Belmar tuvo que ser
muy convincente con él. De hecho, como contamos en el
catálogo, que se puede consultar en la web pintorparraga.com,
solo hemos encontrado hasta la fecha otro ejemplo anterior que
puede admirarse en la calle de La Sociedad, en una conocida
zapatería.
Creemos
que es importante que los lectores de La Opinión tengan
la información más rigurosa y documentada, y aprovechamos
la ocasión para invitarles a visitar la muestra que con
tanta ilusión, trabajo y entusiasmo hemos preparado,
y que está presidida por una imponente VIDRIERA.
Antonio Hernández
Valcárcel y Fernando Ureña Villanueva.
Comisarios de la
exposición: "20 años sin José María
Párraga. El extraño pintor".